El aprendizaje en la escuela, tal como la entendemos en la generalidad de los casos, nos remite a la imagen de un niño sentado en su silla, detrás de un banco , mirando al pizarrón y escribiendo atetamente en su cuaderno.
Bien, esta imagen tan esquematizada por lo general no es reflejo de lo que pasa en la realidad del día a día dentro de un aula. Es decir, nosotros podremos hacer denodados esfuerzos por cumplir con esto pero los chic@s son l@s que nos marcan la realidad. Un clima demasiado rígido dentro del aula suele "explotar" en algún lado.
Si nos pemitimos ser sensibles a las necesidades de nuetr@s alumn@s, más temprano que tarde asomará lo realmente genuino en l@s chic@s: EL MOVIMIENTO.
Dentro como fuera del aula respetar esto es en mi opinión un tema central.
No sólo entender que el movimiento debe ser permitido sino que forma parte inseparable de la manera de aprender de l@s chic@s.
Hace unos cuantos años hice un curso sobre los aportes del
Método Feldenkrais de educación somática para la tarea áulica.
Su creador, Moshe Feldenkrais gustaba repetir un viejo proverbio chino:
"ESCUCHO Y OLVIDO. VEO Y RECUERDO. HAGO Y ENTIENDO."
¡Cuánta razón tiene!
Más tarde llegó a mis manos un interesante material sobre
"Escuela en movimiento" que coincide en lo central: promover el aprendizaje a través del movimiento. Un aprendizaje que involucre no sólo lo intelectual, sino también el cuerpo. Es más, que es a tavés del cuerpo vivido, de la experiencia a través del movimiento la que garantiza un profundo entendimiento.
Esta línea de trabajo ya se aplica en numerosos lugares del mundo, incluso en Argentina.
Otro material interesantísimo y de lectura obligada para todos los docentes es el libro de
Esparza y Petroli, "La psicomotricidad en el jardin de infantes". Si bien en el nivel inicial suelen tenerlo como bibliografía el resto de los niveles no lo toman en cuenta para nada.
¿Cómo no conocer cabalmente al niñ@ que recibimos? No reconocer esto es la mejor manera de caer en una enseñanza enciclopédica, alejada de la forma más genuina de aprendizaje de l@s chic@s.
Algunas ideas prácticas que he visto o puesto en práctica:
* Armar una ludoteca móvil de juegos para el recreo: zancos con latas, juegos de emboque, sogas, elásticos, payanas, aros, gomas, yoyo, bolos.
* Pintar juegos en el piso del patio o del SUM: rayuelas, twister, canchas de matanza, pistas para autitos.
* Otra propuesta más compleja: armar un juego fijo como los de la plaza con redes, gomas y troncos para trepar, subirse, colgarse, etc.
Logicamente, l@s docentes tenemos en esto un gran desafio, como es: cuidar y jugar.