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20 de agosto de 2013

Michael Apple y la educación democrática...

¿A quién pertenece el conocimiento que enseñamos? ¿A quién no? ¿Quién se beneficia con la educación y quién no? 
¿Qué queremos decir con evaluar? Evaluar queda reducido siempre al significado más pobre de la palabra ( medir resultados) con la consecuente pérdida de la memoria colectiva. 
La palabra "calidad" está relacionada con la de "equidad".
A veces se trata de cosas muy pequeñas lo que produce cambios positivos, clases con pocos niños, maestros preparados para conectar el currículum con la vida cotidiana, capaces de escuchar a sus alumnos, (...)  o cambios más pequeños, como hacer baños para las niñas (caso indio). No ocuparse de eso equivale a que la idea de equidad es una ficción.
Tensión entre inclusión y calidad: Los estándares actuales de calidad, con los parámetros con los que se evalúa a nivel central la calidad ... todo esto coexiste con las necesidades que nos impone la tarea de educar a una población cada vez más diversa.
La contradicción sigue allí porque la evaluación de la calidad que rige en Argentina, como en EEUU, esas normas y esos parámetros no son argentinos, son fijados por el FMI entonces no sé en qué medida se puede zafar de esa presión(...)Hay una coalición allí afuera que quiere elevar los parámetros que evalúan la calidad educativa... porque sus  propósitos son sólo económicos y sustentados en una ideología particular. Todo esto está conectado, y no sé cuál sería la solución.

Michael Apple, un maestro, un intelectual del currículum que elige no esconderse detrás del escritorio de una cátedra, y sale a investigar con sus iguales, los maestros.

12 de octubre de 2011

Comiendo papas fritas baratas llegamos al 12 de Octubre...


"La negación de los derechos humanos fundamentales, la destrucción del ambiente, las humillantes condiciones bajo las cuales las personas (apenas) sobreviven, la falta de un futuro significativo para los miles de niños como los que mencioné en mi historia, todo esto no es sólo, ni primariamente, un “texto” para descifrar en nuestros libros académicos a medida que avanzamos, en los temas posmodernos. Constituyen una realidad brutal que millones de personas sienten cotidianamente en sus propios cuerpos. El trabajo educativo que no esté
fuertemente relacionado con una profunda comprensión de dichas realidades (sin abandonar el análisis serio de la economía política y de las relaciones de clase) corre el peligro de perder su propia alma. Las vidas de nuestros niños exigen mucho más que esto.
En la historia que conté, raza y clase forman una intersección con relaciones coloniales y neocoloniales tanto nacional como internacionalmente.
Destaqué las conexiones entre las prácticas de consumo en Estados Unidos y el empobrecimiento progresivo de ciertos grupos, claramente identificables, en una nación asiática. Pienso que las relaciones de clase que emergen y son creadas en este proceso son evidentes. La destrucción de las relaciones de producción y el correspondiente empobrecimiento de miles y miles de personas, en un país como ése, no pueden separarse de la capacidad de consumo del pueblo de otra nación.
Sin embargo, ésta es también una historia sobre la dinámica racial y su institucionalización bajo formas coloniales y neocoloniales (McCarthy y Crichlow, 1993). Aquí se recrean estructuralmente relaciones de blanquedad. No constituye un accidente histórico que estas rela ciones internacionales sean creadas y toleradas entre un “centro” arrogante y una “periferia” que—cuando llega a ser vista— es considerada por los del “centro” como si estuviera habitada por personas “descartables”.
Mi intención básica es que pensemos críticamente lo social, reconozcamos que vivimos inmersos en procesos de dominación y subordinación que son muy ocultos. Comprender esto puede exigir que nos desprendamos del sentido común.
Esto requiere que veamos a la blanquedad en sí misma como un término relacional. Lo blanco se define no como un estado, sino como una relación con
lo negro o lo marrón, lo amarillo o lo rojo. El centro se define como una relación con la periferia.
En nuestros modos usuales de pensar estas cuestiones, la blanquedad es algo sobre lo cual no precisamos reflexionar. Está simplemente ahí. Se trata de un estado naturalizado de ser, de una cosa “normal”. Todo lo demás es el “otro”. Es el allá que nunca está allá. Sin embargo, al reposicionarnos para ver el mundo como constituido por relaciones de poder y dominación, la blanquedad como privilegio desempeña un papel crucial". 


La ilustración es de Saúl Oscar Rojas y pueden verlo acá



16 de octubre de 2010

Descolonizar el curriculum


El artículo "Descolonizar el currículo. Estrategias para una pedagogía crítica", pertence a brasilero Tomaz Tadeu Da Silva, profesor de la universidad Federal de Río Grande del Sur.  Este artículo es una reflexión en torno a un ensayo muy lúcido de Michael Apple,  "Consumiendo el otro: lo blanco, educación y papas fritas baratas" (19995). (Acá se puede bajar el pdf del ensayo)
A ambos ensayistas hay que reconocerles por sobre todo su inclaudicabe compromiso con la educación,  con  "la realidad educativa". No son intelectuales escondidos detrás del escritorio de la cátedra.  Y ese compromiso los ha llevado a participar de las actividades más increíbles como las que relata Apple en su ensayo, que recomiendo a pesar de que a estas alturas de crisis de mercados y crisis capitalistas no parece decir nada tan extraño, pero teniendo en cuenta que fue escrito en el año 1995 era realmente un adelantado.  La calidad y contundencia de los argumentos así como el relato de sus propias experiencias, reflexiones y meas culpas hacen de este ensayo de lo mejor que yo haya leído. 
Como todos los 12 de Octubre, la fecha dispara mis reflexiones...  Tadeu Da Silva textual:
(...) "Uno de los objetivos centrales de un currículo crítico deberia ser precisamente el de desfetichizar lo social, al demostrar su carácter construído, su naturaleza relacional. La vida social nos aparece, ordinariamente, como fetiche, como cosa. Una perspectiva social y  pedagógica crítica debería permitirnos, como dice Apple, interrumpir ese proceso de fetichización, que es un elemento esencial en la construcción de sentido común, tornando visibles las conexiones entre esa apariencia fetichizada y las relaciones sociales que ella esconde" (...)
Los 500 años del "descubrimiento"  han servido para "discutir no sólo nuestra condición de nación suborinada en un contexto post-colonial, sino también las relaciones internas entre los diferentes grupos sociales separados por origen nacional, color de piel o tradición cultural. Tal vez sea una buena oportunidad para preguntarnos en qué medida el currículo no acarrea las marcas de nuestro pasado colonial, produciendo y reproduciendo ciertas nociones sobre "raza", por ejemplo. No sería esa una buena oportunidad para crear un pequeño espacio para pensar sobre las implicaciones de cinco siglos de imperialismo global?" 
Es en las celebraciones, en las "fechas conmemorativas" donde con mucha fuerza se ve este carácter construído del curriculo.  "En esas celabraciones aparentemente inocentes, el "otro" es turísticamente visitado y fetichísticamente fijado. (...) Se trata de un proceso en el que sólo los significados recibidos y oficiales sobre raza, genero, clase, sexo y nación tienen chance de circular sin ninguna oportunidad para significados alternativos o de oposición". 
"...Compramos nuestra ropa, comemos nuestra comida y hacemos lo que hacemos de una forma que naturaliza las relaciones sociales y económicas que realmente crearon las condiciones para la producción de esa ropa y esa comida. La blanquedad... es el privilegio de comer papas fritas baratas..." MICHAEL APPLE.

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