Este verano en el que cansancio después del laburo sólo me dio para releer mis historietas preferidas, reafirmó mi gusto por este género entre literario y cinemático.
Desde mis lecturas de Nippur y El Tony, de revistas apiladas en el galpón de mi casa de infancia ha pasado mucha agua bajo el puente. Mis encuentros con la historieta me llevaron desde la historieta hiperrealista en sus guiones y dibujos hasta las psicodélicas , pasando por las fantásticas y de ciencia ficción.
Este verano, como dije, releí mis clásicos preferidos: El Eternauta, guión de H.G.Oesterheld e ilustraciones de Francisco Solano López y Mort Cinder, guión de Oesterheld también y dibujos de Alberto Breccia.
Mort Cinder
Ezra Winston, el anticuario
Viñeta de la tira "En la penitenciaria", de Mort Cinder
Esta dupla genial llevó a la historieta argentina a la cumbre. Alejados del estilo de superhéroes americanos como Superman, los protagonistas de estas historietas son bastante "perdedores". Básicamente viajeros del tiempo, Juan Salvo y Mort, son misteriosos, taciturnos e impulsados por una fuerza vital que los hace "tirar para adelante" como bueyes. A pesar de que los rodee el caos y la cosa parezca causa perdida.
¡Qué decir de Breccia! Sus dibujos son un mundo por descubrir. A veces muestran mundos reconocibles y directos y otras veces son retorcidos y complejos de adivinar a primera vista. Son para estudiarlos un rato y deleitarse buscando quizá una forma humana o un paisaje.
En síntesis, sin desperdicio ningún aspecto de estas grandes historietas.
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