Julia Díaz lleva a Argentina su libro manchego
La ilustradora participará en un homenaje al Centro Editor de América Latina, en cuyas colecciones mostró sus primeros trabajos
La escritora, narradora oral, ilustradora y pedagoga Julia Díaz viaja esta semana a Argentina con el objeto de participar en la ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires), a 700 kilómetros de la capital, en un homenaje a una de las editoriales en las que inició su carrera como ilustradora, en los años 70, el Centro Editor de América Latina, que se desarrollará entre el 12 y el 14 de septiembre.
Díaz refirió a La Tribuna que aunque desde el primer momento estuvo dispuesta a colaborar en el homenaje a un sello en el que la calidad literaria se conjugaba con el alto nivel de su expresión gráfica, también solicitó trasladar su experiencia como formadora de profesorado. Una idea bien acogida por los organizadores del encuentro.
«Voy a dar unas charlas sobre las técnicas de narración oral», una materia sobre la que ha trabajado en España en colaboración con Escuelas de Magisterio y Facultades de Educación, donde además ha desarrollado un programa basado en tres figuras históricas de la narración popular que integraban lo visual en el relato, el kamishibai, una técnica de dibujo y narración japonesa; el bululú que era el actor que actuaba solo, dentro de la tradición de los cómicos de la legua, y el narrador ciego, los dos últimos de origen español.
«Ese ciclo, en Bahía Blanca, tiene prácticamente un valor testimonial, puesto que yo he estado en los caminos y en las plazas por donde andaba esta gente contando sus narraciones. El narrador ciego siguió en esta zona hasta el siglo XX», detalla Julia Díaz antes de recordar una imagen típica que le ayuda a situar esa referencia temporal, «la película El crimen de Cuenca comienza cuando se está contando como un romance de ciego», señaló. Además, la literatura del cordel a la que se ligan estos personajes, es un antecedente de la venta en quiosco.
Pero al mismo tiempo esta forma de contar enlaza también con América. «En Brasil, lo que había era la aleluya y las coplas, que acompañaban las estampitas, que eran también literatura de cordel», refirió.
«Las organizadoras están encantadas porque todo va a quedar como muy coherente por los cursos, los creativos que puedan ir y la literatura que se va a recordar y que es algo que prácticamente se ha perdido porque los niños iban al quiosco a comprar esos cuentos, mientras que ahora lo que encuentras ahí son cosas mucho más banales, más frívolas, pero la literatura buena no suele estar accesible en ellos», comenta. (Más información en la edición impresa)
ES UNA ALEGRÍA RECIBIR A JULIA EN BAHÍA BLANCA Y PODER APRENDER DE SU EXPERIENCIA Y CONOCIMIENTO!!!! GRACIAS TOTALES JULIA!!!!
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