"El gusto por las citas (y por las yuxtaposiciones de citas incongruentes) es un gusto surrealista. Así Walter Benjamin- cuya sensibilidad surrealista es la más profunda de cuantas se tenga- era un apasionado coleccionista de citas. En su magistral ensayo sobre Benjamin, Hannh Arendt refiere que "nada era más característico de él en los años treinta que las libretas de tapa negra que siempre llevaba consigo y donde infatigablemente consignaba en forma de citas las redadas de "perlas" y "corales" que le ofrecían la vida diaria y la lectura. En ocasiones las leía en voz alta, las exhibía como ejemplares de una colección selecta y preciosa".
"Pues Benjamin estaba convencido de que la realidad misma propiciaba - y reivindicaba - los otrora indóciles, inevitablemente destructivos miramientos del coleccionista. En un mundo que está a un paso de convertirse en una vasta cantera, el coleccionista se transforma en un personaje consagrado a una pidadosa tarea de rescate".
"... el propio proyecto de Benjamin se entiende como una versión sublimada de la actividad del fotógrafo. Este proyecto era una obra de crítica literaria que se compondría enteramente de citas, y por lo tanto estaría despojada de todo lo que pudiera revelar empatía".
Susan Sontag. Objetos melancólicos. Sobre la fotografía.
"Pues Benjamin estaba convencido de que la realidad misma propiciaba - y reivindicaba - los otrora indóciles, inevitablemente destructivos miramientos del coleccionista. En un mundo que está a un paso de convertirse en una vasta cantera, el coleccionista se transforma en un personaje consagrado a una pidadosa tarea de rescate".
"... el propio proyecto de Benjamin se entiende como una versión sublimada de la actividad del fotógrafo. Este proyecto era una obra de crítica literaria que se compondría enteramente de citas, y por lo tanto estaría despojada de todo lo que pudiera revelar empatía".
Susan Sontag. Objetos melancólicos. Sobre la fotografía.
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